Comencé a tartamudear desde que era
muy pequeña, mi tartamudez era encubierta, nunca hablaba con nadie del tema,
incluso mi familia pensaba que solo era una persona que se “trababa” pero no
sabían el miedo con el que vivía todos los días, todo el tiempo trataba de esconderla usando
trucos, muletillas y sustitución de palabras … nunca fui a ninguna terapia de
lenguaje ni hice nada al respecto, porque hablar del tema y enfrentar mi tartamudez
era algo que no me atrevía a hacer, me daba miedo intentar algo y que al final
no resultara … Pensaba que cuando creciera “mágicamente” iba a desaparecer…
pero claro, no fue así, siempre pensaba en situaciones a futuro, no podía
imaginarme en alguna entrevista de trabajo, o hablando en público, también, el conocer
a alguien nuevo y no ser lo suficientemente buena escondiéndolo, “¿Qué van a
pensar? “, de verdad era algo frustrante, situaciones “simples y cotidianas”
para todas las personas que no tartamudean, para mi eran retos y miedos diarios,
como contestar el teléfono, ir a algún restaurante y prácticamente cualquier
situación que implicara hablar, exponer en clases era algo que me causaba
pavor, siempre lo evitaba, y cuando de plano me tenía que enfrentar a ello, lo
hacía rápido y me ponía audífonos para evitar escuchar mi voz y mi tartamudeo…
Hasta que un día, decidí enfrentarlo, busqué en internet y entre muchísimos
artículos que dicen “No se conoce la cura de la tartamudez” , encontré el
programa Mcguire, pensé “esto es justamente lo que yo estaba buscando”, llamé
al director regional y platicar con el fue el inicio de mi experiencia; por fin
hablaba con alguien que entendía todo los miedos con los que yo vivía… en mayo
del 2015 asistí a un curso intensivo del programa McGuire, nunca lo olvidaré, fueron tres días en los que conocí personas
que me entendían, y que me ayudaron a lo que siempre había querido en toda mi
vida; ser una persona que pudiera expresarse libremente, fueron tres días de
muchísimo esfuerzo y de romper con el miedo que me acompañaba todos los días,
lo que sentí al final del curso intensivo es algo que no pudiera poner en
palabras, por fin podía decir exactamente lo que yo quería decir, no lo que
“podía” decir. Ahora soy una persona que no evita situaciones, al contrario,
usando las técnicas aprendidas, me gusta ponerme retos y pensar “esto jamás lo
hubiera logrado” ,disfruto hablar del tema y
de decir que soy una persona que tartamudea que está trabajando en su
habla, y se que ahora no tengo ningún límite para lograr mis sueños ni para ser
feliz.
Diana
Zepeda
Sinaloa,México
No hay comentarios:
Publicar un comentario