martes, 28 de julio de 2015

Testimonio María McGrath/ Santa Barbara USA

Mi nombre es María McGrath 
Mi primer recuerdo con  la tartamudez es en la escuela cuando tenía alrededor de  5 años, estando de pie delante de la clase luchando  por decir algo y todos los niños riéndose de mí.

Mi tartamudez me retuvo de tantas formas, eso dictaba a quien le hablaba, lo que decía y la carrera que escogía. Como golfista junior  perdí  torneos por temor a tener que hacer un discurso de victoria.

La lista de elecciones  que hacía por mi tartamudez sigue y sigue, pero yo luchaba lo mejor que podía.

Tuve la suerte de tener miembros de mi familia, compañeros de escuela y amigos de la universidad que hablaban por mí.

Asistí  a terapia del habla cuando era niña y luego a muchos cursos intensivos como adulto. Me habían defraudado en tantas terapias que cuando entre  a mi primer curso  McGuire tenía mucho escepticismo.
Me quedé sorprendida  por los resultados y me sentía como una persona nueva.

Trabaje muy duro, pero luego lo descuide  y recaí. Lo bueno  del programa es que usted tiene una membresía de por vida, así que regresé a otro curso,  trabajé duro y esta vez le saque  el máximo provecho a la red de apoyo.


El enfoque holístico, la red de apoyo y el hecho de que todos los implicados en el programa son personas con tartamudez, hace de este programa único.

María McGrath
Santa Barbara, US

viernes, 24 de julio de 2015

Testimonio Dinko Trlin

He luchado con mi  tartamudez desde los 5 años, han sido 25 años muy difíciles. Evitar  situaciones sociales, ser  humillado, avergonzado, una y otra vez, ha sido la historia de mi vida.

Mi carrera y visión del futuro no tenían esperanza. Había tenido muy poco éxito con muchos  otros programas  del habla y terapia, renunciar para mí no era una opción.

Conocer y tomar el programa McGuire, en noviembre de 2013, ha sido la mejor elección que he hecho.

Practicar constantemente  las  técnicas físicas y mentales McGuire me ha dado el control sobre mi habla y ha cambiado mi vida, literalmente. He dejado de evitar situaciones sociales, y  en cambio estoy constantemente buscando nuevos retos. Mi visión de la  vida es más clara que nunca.

Di el primer paso  y me convertí en coach. Quiero que todas las personas con tartamudez sepan que existe algo bueno y de larga duración. No hay razón para no  intentar y ver como transforma tu vida para siempre.

Dinko Trlin
Toronto,Canada

viernes, 10 de julio de 2015

Testimonio de Prabhat Tiwari

Al crecer, no me gustaba hablar si  no era necesario, y no conversaba mucho con la gente. Tal vez fue por mi tartamudez o tal vez fue porque no estaba seguro de hablar abiertamente. Yo sólo hablaba con amigos muy cercanos y familiares.

Supe que tenía  tartamudez cuando tenía ocho años de edad. Desde entonces mi confianza, mi vida social, mi familia, mi trabajo, y todos los días eran un reto; todos los días era intentar sobrevivir para  no quedar atrapado en un bloqueo.

Ya había pasado por varias terapias  del habla antes de unirme al  Programa McGuire. No puedo decir que esas terapias no me ayudaron. Esas terapias en algún momento me sirvieron pero por un corto período de tiempo, más nunca me dieron la confianza para ser la persona que quería ser, y la tartamudez  inevitablemente volvía.

En mayo del 2014 me inscribí en el programa McGuire. Recuerdo que estaba totalmente abrumado el primer día del  curso. Yo no sabía qué esperar. Unos me  habían dicho que esto me ayudaría; otros me decían que  la terapia del habla me ayudaría, así que estaba confundido.

Aunque tengo poco  en el programa McGuire, finalmente soy  capaz de hacer las cosas que quiero hacer, y siento que puedo ser la persona que quiero ser, debido a la confianza que el  programa McGuire me ha dado. La red de apoyo es increíble. Por no hablar de la gente fantástica que me siento honrado de contar como mis amigos.

Todavía tengo días malos, pero sólo das un paso atrás y caminas a la libertad de nuevo, no es una carrera, es una batalla contigo mismo.

 El Programa McGuire no es una cura milagrosa.

Sólo ayuda a quienes quieren ayudarse a sí mismos y están dispuestos a ser libres de la tartamudez. Eso es lo que yo estaba buscando, Tome esta oportunidad con ambas manos y ya no miro hacia atrás! Algo  que aprendí  es que tartamudear en público no es tan malo como tememos.

Pune,India

miércoles, 8 de julio de 2015

Testimonio Diana Zepeda

Comencé a tartamudear desde que era muy pequeña, mi tartamudez era encubierta, nunca hablaba con nadie del tema, incluso mi familia pensaba que solo era una persona que se “trababa” pero no sabían el miedo con el que vivía todos los días,  todo el tiempo trataba de esconderla usando trucos, muletillas y sustitución de palabras … nunca fui a ninguna terapia de lenguaje ni hice nada al respecto, porque hablar del tema y enfrentar mi tartamudez era algo que no me atrevía a hacer, me daba miedo intentar algo y que al final no resultara … Pensaba que cuando creciera “mágicamente” iba a desaparecer… pero claro, no fue así, siempre pensaba en situaciones a futuro, no podía imaginarme en alguna entrevista de trabajo, o hablando en público, también, el conocer a alguien nuevo y no ser lo suficientemente buena escondiéndolo, “¿Qué van a pensar? “, de verdad era algo frustrante, situaciones “simples y cotidianas” para todas las personas que no tartamudean, para mi eran retos y miedos diarios, como contestar el teléfono, ir a algún restaurante y prácticamente cualquier situación que implicara hablar, exponer en clases era algo que me causaba pavor, siempre lo evitaba, y cuando de plano me tenía que enfrentar a ello, lo hacía rápido y me ponía audífonos para evitar escuchar mi voz y mi tartamudeo… Hasta que un día, decidí enfrentarlo, busqué en internet y entre muchísimos artículos que dicen “No se conoce la cura de la tartamudez” , encontré el programa Mcguire, pensé “esto es justamente lo que yo estaba buscando”, llamé al director regional y platicar con el fue el inicio de mi experiencia; por fin hablaba con alguien que entendía todo los miedos con los que yo vivía… en mayo del 2015 asistí a un curso intensivo del programa McGuire, nunca lo olvidaré,  fueron tres días en los que conocí personas que me entendían, y que me ayudaron a lo que siempre había querido en toda mi vida; ser una persona que pudiera expresarse libremente, fueron tres días de muchísimo esfuerzo y de romper con el miedo que me acompañaba todos los días, lo que sentí al final del curso intensivo es algo que no pudiera poner en palabras, por fin podía decir exactamente lo que yo quería decir, no lo que “podía” decir. Ahora soy una persona que no evita situaciones, al contrario, usando las técnicas aprendidas, me gusta ponerme retos y pensar “esto jamás lo hubiera logrado” ,disfruto hablar del tema y  de decir que soy una persona que tartamudea que está trabajando en su habla, y se que ahora no tengo ningún límite para lograr mis sueños ni para ser feliz.


Diana Zepeda
Sinaloa,México

martes, 7 de julio de 2015

Testimonio Rakan Otaibi

Los antiguos griegos llamaban al diafragma “el hogar del alma " y desde que aprendí a respirar desde el diafragma para controlar mi tartamudez, empecé a hablar desde mi alma y no desde mi ego.

 Salam alikom

Desde que tengo memoria he tartamudeado y a lo largo de mi vida he intentado numerosas técnicas para superarla, aunque desarrolle comportamientos para superar mi tartamudez como la sustitución de palabras, el endurecimiento de los músculos del cuerpo. Hablar era el trabajo más difícil para mí.

Cuando el instructor del curso en el primer día de vídeo me preguntó acerca de mi familia dije  ocho miembros, ya que era difícil para mí decir cuatro, no podía decir que tengo cuatro bellas hermanas.

Es muy doloroso para un joven inteligente transmitir sus ideas, pensamientos, opiniones y emociones solamente en papel y mensajes de texto.

Después de asistir a mi primer curso me di cuenta que no se trata de adquirir fluidez, se trata de la aceptación y sacar el máximo provecho de la vida, sin cadenas, sin  montañas, sonriendo, riendo, entrenando graduados, escuchando a la gente, dando una palmada en la espalda  a alguien.
Para mí ESO ES ESTAR CURADO.


 "La felicidad sólo puede existir en la aceptación."

https://www.youtube.com/watch?v=YoaJW7PPJSM

Medio Oriente

lunes, 29 de junio de 2015

Testimonio Oscar Aaslund Hovin

En el primer día del curso, me tomó alrededor de 1 minuto para decir que yo trabajo con las personas con autismo y discapacidad mental. En algunos períodos de mi vida, me tomó 2 minutos decir mi nombre.


Desde que tengo memoria, he tenido tartamudez. Mi primer recuerdo con la tartamudez es de segundo grado, cuando mi maestro comenzó a hablar de ello. Yo no podía entender lo que estaba hablando, pero de repente me di cuenta de la gravedad de mi tartamudez.

Aunque siempre he estado interesado en la política, nunca me había atrevido a dar un discurso. Hace dos años, fui elegido  en mi comunidad como político. ¿Pero cómo iba a hacerlo si  sentía que no tenía voz?

Todo parecía imposible y sentí que mi tartamudez severa empezaba  a arruinar mi futuro.
Hoy estoy feliz de no haberme  dado por vencido, porque en Mayo del 2013 uno de mis compañeros  me hablo sobre el programa McGuire.

En septiembre fui a Malmö, Suecia para mi primer curso.

Sentía miedo, emoción, alegría  y muchos otros sentimientos.

Cuando miro hacia atrás en los últimos meses de mi vida, puedo decir que ha sido y es un trabajo muy duro, pero que vale la pena!  El programa McGuire me ha dado una herramienta para que pueda tomar el control de mi habla, pero es mi tarea utilizar esa herramienta en mi vida para lograr mi objetivo.

Recuerdo cuando  estaba en el show en vivo '' Buenos días Noruega” con cerca de 1 millón de espectadores. fue asombroso!

Mi objetivo es no  tartamudear, mi meta  es tener control sobre mi habla. Estoy dispuesto a trabajar duro para lograrlo.  A pesar de que va a ser un viaje duro y lleno de baches, voy a hacerlo!


Así es que mundo - Prepárate!

Trondheim,Noruega

viernes, 26 de junio de 2015

Testimonio de Todd Boddington

"Tener tartamudez me detuvo de hacer muchas cosas que siempre quise hacer."

He tartamudeado toda mi vida, probé muchas terapias de lenguaje durante mi niñez, pero ninguna me funciono.


Así que me di por vencido con mi problema y me mentalice a tener una vida con miedo a hablar, por ello puse todos mis esfuerzos en mi carrera futbolística, en lo que era bueno.
Ahí aprendí que tienes que trabajar duro para lograr tus metas en la vida, lo que me ha ayudado en  mí día a día.
Tener tartamudez me detuvo de hacer muchas cosas que siempre quise hacer.

A los 30 años de edad me entere del programa McGuire y pensé que no tenía nada que perder.

Los resultados que había visto en él eran increíbles y me pareció que era mi última esperanza.

Asistir al primer curso cambio mi vida.

Por primera vez tuve la confianza para hablar con gente que no conocía en el teléfono y en público.

No he parado  desde mi segundo curso y me he convertido en coach.

Estoy muy contento de haber conocido el Programa McGuire, me ha abierto muchas puertas y he conocido nuevos amigos.

Una de las mejores cosas que me ha pasado, es que puedo ser capaz de leerles un cuento a mis hijos todas las noches antes de dormir.
Espero poder ayudar a otras personas con tartamudez a través del programa.


Australia

miércoles, 24 de junio de 2015

Testimonio Emma Marshall

"Quería decir mis votos a mi nuevo marido, en lugar de tomar el camino más fácil al decir: sí quiero”

El momento en que estaba a punto de entrar en una situación del habla, se volvía aterrador para mí: palmas sudorosas, resequedad en la boca, esa horrible sensación de malestar en el estómago. Sólo se entiende eso si se tartamudea.

Muchas personas ni siquiera piensan que hablar con alguien (incluso a alguien a quien aman y con quien se sienten cómodos) es aterrador, pero somos nosotros los que pensamos que vamos a tartamudear en cada momento del día. Al menos yo lo hacía.

Más aún si se trata de un extraño, reunirte con ellos por primera vez y sin saber tu secreto, es horrible!

Los pensamientos pasaban por mi cabeza como…¿Cuánto tiempo  tomará para que me tropiece con una palabra? ¿Cómo le haré para sustituir palabras que no podre decir? Era agotador!

Todo esto cambio cuando me uní al Programa McGuire en 2014,mi objetivo era hablar frente a 100 personas de mi familia y amigos en mi boda el mismo año. Quería decir mis votos a mi nuevo marido en lugar de tomar el camino más fácil al decir “sí, quiero”. También quería una nueva oportunidad de vida, quería pedir la comida que quería en un restaurante y decir mi nombre sin tartamudear.

Realmente ha cambiado mi vida. Sin el apoyo de mi esposo, familia y mi entrenador, hubiera sido mucho más difícil! He asistido a mi curso de actualización y me encanta. Cuando te apegas a la nueva forma de respiración y las técnicas llegas muy lejos. Ahora disfruto de las conversaciones telefónicas, hablando con los clientes del trabajo, amo diciendo mi nombre y lo más importante realmente disfruto hablando de mi tartamudez. Ni siquiera podía decir la palabra “tartamudez” antes del curso y ahora me encanta.

Estoy orgullosa de mi tartamudez, porque estoy trabajando en mi habla, y como pasan los días me siento más fuerte y con las herramientas que he aprendido puedo controlar mi habla.


Si usted está batallando con su habla y harto de que la gente le termine sus frases TIENE QUE unirse al programa. Conocerá a personas increíbles y  tendrá una nueva oportunidad de vida!

Reino Unido

lunes, 22 de junio de 2015

Testimonio Mario Salinas

"Yo era el rudo; pensaba: si las personas me tienen miedo, no se reirán de mí."

Crecer con una tartamudez grave fue difícil para mí, ya que esto me afecto en casi todos los ámbitos  de mi vida.


Mientras crecía, solía tener  problemas por mi mal comportamiento en la escuela;  este comportamiento lo usaba para desviar la atención de mi tartamudez. Primero yo era el rudo; pensaba “si las personas me tienen miedo, no se reirán de mí.”

Después, me convertí en  el payaso de la clase; en aquel entonces pensaba, “si se ríen conmigo, no se reirán de mí.”
Más tarde, los aspectos personales y profesionales  de mi vida se vieron afectados.

Mi vida sentimental estaba estropeada, a  la vez que ganaba un  camino en un programa de becas de prestigio dentro de los gobiernos locales, pero conseguir buenas relaciones era difícil  por mi ansiedad y mi habla.

Asistí a mi primer curso en Washington DC. La experiencia fue nada menos que un cambio total de vida, no solo por el material y la técnica que aprendí en el curso, sino también porque por  primera vez en mi vida había encontrado un grupo de personas diversas y dinámicas que tartamudeaban.
Al final del curso, yo sabía que todo era posible.

Al regresar a casa, mi familia, amigos y compañeros de trabajo estaban encantados de ver mi avance. Pronto me uní a un club de Toastmasters locales, algo que nunca habría considerado antes del curso. Me encontré ganando concursos de oratoria en numerosos niveles de competencia.

El siguiente  año, fui elegido presidente del club. Recientemente he sido invitado a hablar en numerosos eventos e instituciones fuera de Toastmaster y he sido elegido para puestos de liderazgo dentro de varias organizaciones comunitarias. Tengo una vida equilibrada  y continuo  desafiándome a mí mismo, mientras me convierto en la persona que siempre quise ser.

Texas,USA

viernes, 19 de junio de 2015

Testimonio Catherine Sheridan

"La libertad de poder  finalmente ser capaz de admitir a mí misma y a los demás que tengo tartamudez  pero que estoy trabajando para superarlo es algo maravilloso."


Gracias a la ayuda del Programa de McGuire y su respaldo, puedo decir realmente  que soy la persona que siempre quise ser.
La persona extrovertida y segura estaba escondida,evitando  personas y situaciones del  habla.

Desde muy temprana edad me convertí en una experta en ocultar mi tartamudez, desde cambiar mis palabras, uso de muletillas, y "olvidar" lo que quería decir.
Fue difícil  la escuela primaria. Recuerdo saber con exactitud la hora y día en que el maestro comenzaría a leer una novela y pasaría  a los alumnos  a leer.

Apenas llegaba esa hora  y yo evitaba que me pasaran a leer, yendo al baño y esperando 5 o 10 minutos. Estos trucos se convirtieron en parte de mi rutina diaria.

Fue al final de mi primer año de universidad que tomé la decisión de entrar en el programa McGuire.
Les comente a mis padres, y ellos se mostraron contentos con la idea. Aunque ante  sus ojos, yo no era una persona tartamuda solo alguien que  usualmente se trababa. Pero desconocían la lucha interna con la que me enfrentaba  a diario.

Aquella decisión de entrar en el programa le ha dado forma a mi vida desde entonces y lo seguirá haciendo..
La libertad de poder  finalmente ser capaz de admitir a mí misma y a los demás que tengo tartamudez  pero que estoy trabajando para superarlo es algo maravilloso.


He hecho tantas cosas que no  hubiera ni soñado en ese entonces y conocido a mucha gente de gran inspiración en el camino. Mi actitud ante la vida ahora, es que todo es posible si tú quieres que así sea.

Monaghan,Irlanda

lunes, 15 de junio de 2015

Testimonio Mariana García

En 3 días encontré la luz de una obscuridad de 11 años...
Mi tartamudez vivía de manera descubierta y descontrolada en cualquier situación que se presentaba: familia, amigos, profesores, cajero de la tienda, etc. y ni mencionar al hablar por teléfono y haciendo presentaciones en la escuela, era una preocupación sin límite.
Mi miedo a tartamudear era tan grande que en mi adolescencia hacía lo imposible por ocultarlo y encubrir mi tartamudez como substituir palabras por otras más sencillas, pero no eran las que yo deseaba decir, incluyendo mi nombre. Me volví dependiente de mis trucos e infinitas excusas para evadir situaciones; convirtiendo en algo tan cotidiano como hablar en algo tan exhausto y estresante. La vida me presentaba muchas oportunidades, sin embargo, por mi habla ineficiente, las evadía.
Solía pedirles a mis maestros de la secundaria que omitieran mi turno para leer en voz alta enfrente de la clase, por la razón de que me iba a traab traa traa traab trabar…
No podría contar el número de veces que asistía a terapias de lenguaje, psicológicas, acupuntura y homeopatía. Sin embargo, los bloqueos, evasión y miedo incontrolado al hablar seguían ahí. Sentía que era la única que tenía este problema en el mundo y sin solución, resignándome a una frustración de por vida.
Un Amanecer Diferente...
Me enteré del Programa McGuire a través de mi Tía Lucy, me impactó el concepto de que los cursos estaban organizados e instruidos por personas que tartamudeaban, impactante.
Nunca olvidaré el mes de agosto del 2012 cuando asistí a mi primer curso McGuire, el cual ha sido el único método que me ha funcionado.
Gracias a las herramientas integrales que aprendí en el Programa, trabajo duro, y por supuesto, apoyo continuo de extraordinarios Coaches; no puedo describir la paz que siento al hablar. Aunque no está curada mi tartamudez, disfruto controlarla con elocuencia
Jamás imaginé vivir la carrera de mis sueños (Pedagogía), pertenecer a un Club de oratoria y liderazgo ToastMasters y hablar con mi familia, mis amigos o extraños sin que mi tartamudez me detenga.
Después de 20 meses de pertenecer al Programa; no solo me complace, sino me alegra enormemente colaborar en la organización, Coaching y evaluación del Programa McGuire en México y diversos países más.
Es divertido practicar diario y enfrentar retos con asertividad, valentía y perseverancia en este nuevo deporte de elocuencia. ¡Me encanta!

sábado, 13 de junio de 2015

Testimonio Israel Ochoa

¡Un excelente testimonio de ir más allá de la Tartamudez!
Experiencia Personal- Programa Mcguire
Hace unos meses que tome el programa Mcguire y sin duda ha sido una experiencia muy gratificante. A pesar de que en un momento me mostraba escéptico, pude comprobar que realmente lo que se ve en esos 4 días de practica son herramientas muy funcionales para generar cambios positivos en una persona y no solo en la expresión oral, sino también cambios de mentalidad donde poco a poco aprendemos a ser congruentes con nosotros mismos a la vez que nos permitimos vivir con mayor confianza en el día a día. En mi experiencia del corto tiempo que llevo practicando la técnica, he visto cambios muy favorables principalmente en mi trabajo por la importancia de compartir puntos de vista, también en el ámbito personal he realizado algunos logros como dar platicas o exponer a diversos grupos de personas, acciones que sin la disciplina del programa hubiera sido muy difícil lograr. Hoy en día me siento muy contento y motivado por todo lo que puedo lograr ya que cada nueva situación se ve con otros ojos, unos más positivos que te recuerdan que toda circunstancia es una oportunidad para aprender a ser cada vez más elocuente. Aunque hace solo unos meses que lleve el programa, ha sido también el tiempo suficiente para darme cuenta que no nos podemos descuidar en nuestra práctica diaria porque efectivamente la mente deportista es fundamental en este camino. Al momento no he tenido recaídas (y espero no tenerlas) pero me he llegado a bloquear en algunas situaciones muy específicas recordándome la importancia de ser persistente en el método que me funciona, cancelar y volver a empezar el ciclo de respiración. En lo personal recomiendo mucho el método como una guía base que te permitirá seguir avanzando en tu elocuencia hasta el nivel que tú lo desees ya que para mí y para muchos la comunicación en todas sus formas es un arte que vale la pena aprender con dedicación y gusto.
Israel O.
Chihuahua,Mexico

viernes, 12 de junio de 2015

Testimonio Elizabeth Uc

Antes del curso: Era una persona con demasiadas inseguridades al hablar.

Había demasiados sentimientos encontrados en mí, siempre buscaba cualquier pretexto para no enfrentar alguna situación en la cual involucrara el hablar, y cuando no tenía otra opción, me valía de cualquier truco o muletilla para poder salir con “triunfo” de esa situación. No hablaba de mi tartamudez, se podría decir que era un tema del cual no podía hablar, en mi familia era un secreto a voces. 
Después del curso: Soy una persona más segura, dispuesta a enfrentar cualquier situación retadora, preparándome y teniendo una mentalidad positiva, trabajando en las técnicas y metodologías aprendidas, no digo que a veces no sienta miedo, pero ahora ya no me escondo, ahora solo tomo impulso y sigo hacia adelante; Me encanta hablar sobre mi tartamudez y decir: “Si tartamudeo, pero estoy trabajando para ser una persona elocuente”. Mi familia me apoya como siempre,y es un tema del cual, ya no me preocupa hablar ni hacer notar. Cada día me esfuerzo para ser una persona con menos bloqueos y más diversión al hablar.
Aunque no ha sido fácil, me sigo esforzando. Tengo el derecho de expresarme libremente, sin omitir ninguna palabra, ni cambiar el contexto a lo que quiero decir, por miedo al bloqueo. 
Saludos, Lilia Uc.

jueves, 11 de junio de 2015

Testimonio Jesús Anzures


"Tuve que tocar fondo, había buscado ayuda durante 10 años de mi vida, psicólogos, psiquiatras, foniatras, y nada resultaba."


Mi nombre es Jesús Anzures, vivo en la hermosa ciudad de México, soy una persona que tartamudea; hace un par de semanas, escribir esto, me hubiera generado una vergüenza terrible, pero ya no es así.

En el mes de mayo, tomé mi primer Curso Intensivo Mcguire, aún recuerdo y me da mucha alegría y orgullo, por qué?bueno, aquí les contaré un poco mi historia:

Desde los 5 años tartamudeo, y no recuerdo un sólo momento en donde haya tenido un momento de paz y tranquilidad cada vez que hablaba. Los años pasaban y este problema que intentaba ocultar a toda costa, me generó unos problemas emocionales terribles. Tuve que tocar fondo, había buscado ayuda durante 10 años de mi vida, psicólogos, psiquiatras, foniatras, y nada resultaba. En los últimos meses pensaba en suicidarme, pues me parecía una carga intolerable. No tengo muchos amigos, vivía encerrado, una invitación a algún evento social, simplemente me parecía inaceptable en mi condición. Llegué a mi punto máximo de desesperación, por suerte tengo contacto con el Presidente de la Asociación Iberoamericana de la Tartamudez (radicado en Venezuela), le escribí pidiendo ayuda, pues ya no podía con el peso de La Intrusa(así llamo a mi tartamudez) me recomendó algo que me podía ayudar con mi habla y mis emociones con respecto a ella, El Programa Mcguire. Me puso en contacto con el Ing. Alfredo Gonzáles, Director Regional de dicho programa, habla con él y después de una charla honesta y concisa, decidí asistir al curso. Días anteriores a esto, tenía terror de hablar en público, pues estuve viendo en internet, que al final del Programa, se debía dar un discurso.

Llegó el día de iniciar el Curso, estaba nervioso, pero estaba decidido, La Intrusame había robado 23 años de mi vida, y debía luchar una guerra por recuperar mi vida. Puse mi 200% en esa sala, donde durante arduas jornadas me enseñaban técnicas, y me mostraban que no estaba solo, como hasta ese momento me sentía. Pase ratos complicados y muy duros, pues mis miedos eran muy grandes, y hacer lo que el programa requería, me aterraba, pero tuve la fortuna de contar con el apoyo de otros nuevos compañeros y graduados, que me apoyaron y lo siguen haciendo en este gran reto. Me enseñaron a no avergonzarme por tartamudear, a ya no darle más espacio a La Intrusa. Debo decir que, al término del curso, me sentía tan orgulloso de mi trabajo, y de haber recibido el apoyo de personas maravillosas, mis dos discursos fueron algo que JAMÁS en mi vida pensé hacer, estuve nervioso, pero lo disfruté de una manera que no encuentro palabras para describirlo.

No soy fluido, ni pretendo serlo, sólo quiero llegar a la elocuencia, a disfrutar mi habla, a buscar la felicidad, y si en un futuro se puede, ayudar a otras personas dentro de este Magnífico Programa, el camino es largo, y debo trabajar muy, muy duro, pero esa es la forma para obtener grandes resultados. Estoy aprendiendo día a día a controlar mi habla, pero sobre todo, a superar ese miedo que me tenía paralizado. Agradezco a este Curso por brindarme las armas para seguir adelante. Hay días complicados, pero tengo un Couch que me ayuda, y una nueva Gran FamiliaLa Comunidad Mcguire!!


Gracias!!

martes, 9 de junio de 2015

Testimonio Gerardo Castillo


"La vida te pondrá obstáculos pero los límites los pones tú".
Hace no mucho un profesor me comentaba que "la palabra no es solamente la voz que entretiene y comunica, el vocablo que transmite información, deseo, recuerdos, órdenes. La palabra es nuestra casa. El lenguaje es una habitación que nos esculpe. Residencia, la palabra moldea, en su voz, nuestra experiencia".
Sabía muy bien a que se refería debido a que por 19 años no conté con lo que Aristóteles define como el signo de alegría y dolor, que es lo que nos distingue de los demás seres vivos, la palabra.
¿Y por qué no tuve esta virtud,? debido a que tengo el honor de pertenecer a el 1 % de la población a nivel mundial que padece tartamudez, en sí, no recuerdo a qué edad fue que empecé a tartamudear, pero sólo sé que gran parte de mi vida la hizo ser todo un infierno al no ser libre de mí mismo y poder expresar lo que quería decir.
Recuerdo que todas las noches le pedía a Dios y a las estrellas con todo mi corazón que ya no fuera tartamudo porque era muy agobiante, frustrante y cansado, esto lo hacía porque había leído en mi infancia que cuando le pedías un deseo a las estrellas con todas tus fuerzas Dios te lo cumplía. Mi esperanza de sacudirme está carga era invencible lo que aseguró que ese gran día llegará.
Hasta que mi deseo se cumplió realidad, descubrí que los planes de Dios son mejores que los nuestros, porque descubrí el programa McGuire, todavía recuerdo ese día tan especial que cambió mi vida, había hallado a gente que padecía lo mismo que yo y sentía lo mismo que yo sentía.
Cuando asistí a mi primer curso en Agosto del 2012 al salir sentí que tocaba el cielo porque podía expresarme sin ningún truco, muletilla o el tener que cambiar la palabras. Al inició me sentía raro, ya que uso una técnica diferente a los demás para hablar. Es una sensación indescriptible la que sentí al salir de mi primer curso.
Mi primer curso fue apenas el inicio de algo grande, eso lo sabía ya que descubrí que no existen imposibles y habría de seguir en mi carrera a la elocuencia. Entonces fue cuando decidí hacer lo que siempre había soñado hacer: oratoria, mi amor por la oratoria surgió cuando leía en mi adolescencia a Demóstenes el mejor orador de la historia que fue tartamudo.
Fue allí cuando empecé mi carrera como orador, muchas veces el miedo de pararme a dar un discurso me venció, pero el grupo de apoyo internacional y de Coacheo del Programa Mcguire no me permitieron darme por vencido, nunca pensé que podría ser tan buen orador como ahora lo soy, ni mucho menos ser favorito a ganar un campeonato nacional de oratorio.
Hoy en día no he dejado de asistir a los cursos que hay en México porque la tartamudez no se cura, sólo se controla. Por lo que hay que trabajar todos los días, en mi opinión personal es un estilo de vida que yo ya disfruto porque cada vez que habló me resulta un reto que yo empiezo a disfrutar.
Le debo la vida al programa Mcguire porque me está permitiendo lograr mis sueños y gritarle al mundo que soy una persona que tartamudea y trabajo todos los días para mejorar mi habla.
De pasar a ser víctima de mi destino, pasé a ser arquitecto del mismo.
Mientras tanto, ¡los dejó que me ajustaré mi cinturón a la altura del pecho y me lanzaré a cumplir mis sueños!
Gerardo Castillo
Coach Certificado